Posiblemente en invierno la miel cristalice y cambie de repente de miel cristalina y líquida a dura o semi solida. Y con una especie de granitos.
Esta cristalización es normal y no debe preocuparnos ya que es una muestra inequívoca que es totalmente natural.
La miel, es una solución sobresaturada de tres azúcares: la glucosa, la fructosa y una pequeña cantidad de sacarosa. Este fenómeno natural se produce cuando la glucosa – uno de los tres azúcares principales en la miel- espontáneamente se precipita. La glucosa pierde el agua (convirtiéndose en glucosa monohidrato) y toma la forma de un cristal (un cuerpo sólido con una estructura ordenada). Los cristales hacen una formación de entramado que inmoviliza otros componentes de la miel en una estructura suspendida, creando el estado de cristal semi-sólido.
A pesar de este hecho extraño, en realidad no hay efecto en la miel misma; todavía va a tener el mismo sabor y no se ha deteriorado en calidad de ninguna manera. En realidad, este proceso funciona de la manera opuesta, preservando el sabor y la calidad del producto.
A medida que el sabor se hace más rico en esta forma, y la viscosidad más alta de la sustancia significa que es más fácil de difundir, la miel cristalizada a veces es preferida por los consumidores, y se pide en ciertas recetas. Es la consistencia perfecta para difundir en tostadas o sandwiches!
Sin embargo, si quieres revertir tu miel de vuelta a su forma líquida original, el frasco de miel se puede colocar en una olla de agua caliente y calentado a bajo calor, sin superar los 43 grados a baño maría, hasta que ésta se vuelva líquida de nuevo.