Es un mes de descanso en la colmena. Las abejas para protegerse del frío forman un gran racimo dentro de la colmena; la reina se coloca en medio de todas sus hijas. Cuanto más frío hace, más se aprieta el racimo y más miel consumen, es su forma de mantener el calor. Las abejas que están en la periferia del racimo, al quedarse frías, se introducen más adentro para calentarse, y las del centro las reemplazan. En las noches heladoras del mes de enero, el racimo de abejas tiene mucho movimiento, las abejas se quedan frías muy rápido, entonces el remplazo de abejas calientes por frías tiene que ser muy rápido, de lo contrario muchas abejas del exterior del racimo morirían de frío.